miércoles, octubre 10, 2007

Los asesinados por el Che Guevara

Hoy me causo sumo malestar enterarme que el presidente Evo Morales dijo que los soldados que combatieron en la guerrilla fueron utilizados por el imperio, los desacredito y dijo que no merecen ninguna pensión.

Del blog de Javier extraigo la lista de los 55 soldados muertos por el Ernesto Che Guevara.

Rubén Amézaga, Pedro Romero, Gerónimo Martínez, Santiago Gallardo, Cecilio León, Juan Romero, Amador Almanza, Zenón Prada, Epifanio Vargas, Luis Saavedra, Jorge Hugo Ayala, Raúl Cornejo, Jaime Sanabria, José Bigabriel, Serapio Chavarría, Ángel Flores, Víctor Miranda, Marcelo Maldonado, Marcelino Ávalos, Guillermo Tórrez, Villanuevo Sánchez, Luis Beltrán, Miguel Espada, Marcelino Chuvé, Luis Peláez, Alfredo Arroyo, Henry Laredo, Adhemar Muriel, Hugo Bozo, Eduardo Velarde, Wilfredo Venegas, Antonio Melgar, Mario Bautista, Augusto Córdova, Jerónimo Martínez, José Verzaín, Manuel Bejarano, Zenón Zabala, Antonio Zabala, Rodolfo Mendia, Antonio Vaca, Rómulo Rivera, Rufo Coronado, Benito Velasco, Mario Characayo, Mario Lafuente, Manuel Morales, Sabino Cossío, Franz Muriel, Facundo Gutiérrez, Abel Callapa, Adolfo Montaño, Ponciano García, Armando Cortez y Daniel Calani.

Me duele saber que un ex guerrillero llamado Leonardo Tamayo Núñez alias "Urbano" dice que volvería a tomar las armas si es necesario para combatir en Bolivia...

Lo único rescatable de las declaraciones del presidente Morales es: "Aquí no va a operar ningún uniformado extranjero" , me alegra eso por que ya no estarán los venezolanos y cubanos armados en nuestras calles.

26 comentarios:

VivaLaFa dijo...

Yo creo que la historia que tiene que contarse es la del guerrillero al que el Che expulso (feamente, feamente) de la guerrilla porque se comio una latita de leche condensada.
Escribio un libro, se llama "Entre rosas y espinas" creo, lo saco hace tiempo pero nadie le dio bola.

Anónimo dijo...

Creo que para darle honores a los soldados bolivianos caidos en combate no es necesario mancillar a la persona del Che. El che no fue un terrorista, fue un guerrillero que dio a su contricante la oportunidad de matar o ser matado, creo que la imagen internacional de nuestro ejercito no seria tan mala si se hubiera respetado la vida de los guerrilleros prisioneros. Lamentablemente se los asesinó estando desarmados y en muchos casos heridos, eso creo que fue una cobardia que mancho el uniforme que se pusieron heroes del calibre de Armaza, Bilbao Rioja, German Bush.

El estado deberia rendir homenaje a los soldados, pertenecientes a humildes familias, y tampoco veo nada malo que se rinda homenaje a la guerrilla por las ideas de justicia y desprendimiento que tuvieron, su comportamiento frente al ejercito boliviano fue ejemplar, no asesinaron a sangre fria a nadie y en algunos casos los prisioneros fueron devueltos sin armas, como lo atestiguan los diarios de la guerrilla e innumerables reportajes de la epoca.

Tambien deberiamos rendir homenaje a los mineros martires masacrados en la masacre de San Juan por orden directa de Barrientos y que sumaron decenas, se recuerda siempre a los guerrilleros, a los soldados ¿pero a los mineros masacrados quien los recuerda?

FAST
yofast2007@gmail.com

Anónimo dijo...

Se cumplen 40 años de una tragedia minera en Bolivia



La masacre de San Juan



Víctor Montoya








V. Montoya es periodista y pedagogo boliviano.








La masacre minera de San Juan, acaecida en la madrugada del 24 de junio de 1967, no figura en las páginas oficiales de la historia nacional, aunque se mantiene viva en la memoria colectiva y se la transmite a través de la oralidad, de generación en generación, convirtiéndola en algunos casos en cuentos y leyendas, como sucede con los hechos históricos que se resisten a sucumbir entre las brumas del olvido. Y si lo cuento aquí y ahora, es porque fui testigo de esa horrenda masacre a los tres días de haber cumplido nueve años de edad.



Todo comenzó cuando las familias mineras se retiraban a dormir después de haber festejado el solsticio de invierno alrededor de las fogatas, donde se bailó y cantó al ritmo de cuecas y wayños, acompañados con ponches de alcohol, comidas típicas, coca, cigarrillos, cachorros de dinamita y cuetillos. Mientras esto sucedía en la población civil de Llallagua y los campamentos de Siglo XX, las tropas del regimiento Ranger y Camacho, que horas antes habían tendido un cerco al amparo de la noche, abrieron fuego desde todos los ángulos, dejando un saldo de una veintena de muertos y setenta heridos entre las punzadas del frío y los silbidos del viento.



Se estima que los soldados y oficiales, que ingresaron por la zona norte entre las nueve y once de la noche, partieron en trenes desde la ciudad de Oruro la tarde del 23 de junio. El sereno de la tranca, que los vio llegar armados dentro de los vagones, intentó informar a los dirigentes del sindicato y a las radioemisoras, pero fue intimidado por los oficiales que prosiguieron su marcha. Así, alrededor de las cinco de la mañana, comenzó la balacera para victimar a hombres, mujeres y niños.



En un principio, ante el ataque sorpresivo, algunos confundieron las ráfagas de las ametralladoras con los cuetillos y el estampido de los morteros con la explosión de las dinamitas. La empresa, en complicidad con los masacradores, cortó la luz eléctrica aquella madrugada, para que las radios no pudiesen transmitir ninguna alarma a los pobladores; en tanto los soldados, que estaban apostados en el cerro San Miguel, cercano de Canañiri, La Salvadora y el Río Seco, bajaron como recuas de asnos por la escarpada ladera y ocuparon a fuego los campamentos, la Plaza del Minero, la sede del sindicato y la radio “La Voz del Minero”, donde fue asesinado el dirigente Rosendo García Maisman, quien, parapetado detrás de una ventana, defendió la radio con un viejo fusil en la mano. La matanza duró varias horas bajo el sol del 24 de junio. Los muertos se desangraban junto a las cenizas de las fogatas y los heridos acudían al hospital, mientras las madres, aterradas por los disparos y los gritos, intentaban calmar el miedo y el llanto de sus hijos.



En medio del caos y el espanto, no faltaron los hombres que, en un intento desesperado por defenderse, se armaron de dinamitas y capturaron a algunos soldados, a quienes les despojaron de sus uniformes y les quitaron sus armas. Pero todo hacía suponer que era ya demasiado tarde para preparar una resistencia organizada. En la Plaza del Minero se llenaron los soldados y la jurisdicción de la provincia Bustillo fue declarada “zona militar”. La masacre fue ejecutada por órdenes expresas de René Barrientos Ortuño, cuyo gobierno bajó los salarios a niveles de hambre, desabasteció las pulperías, prohibió el fuero sindical y desató una sañuda persecución contra los dirigentes políticos y sindicales, con el propósito de destruir sistemáticamente el eje principal de la resistencia en el seno del movimiento obrero. De hecho, según testimonios de primera mano, se sabe que para el 24 de junio se tenía previsto la realización del ampliado nacional de los mineros en Siglo XX, con el fin de exigir un aumento salarial y apoyar a la guerrilla del Che con “dos mitas de su haber”, equivalentes a dos jornadas de trabajo. Una suma importante si se considera a los aproximadamente 20.000 trabajadores que por entonces tenía la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).



El gobierno y las Fuerzas Armadas, informados de los preparativos del ampliado y asesorados por la CIA, se apresuraron en ocupar los centros mineros para evitar cualquier apoyo moral y material destinado a los guerrilleros que se batían a tiros en las montañas de Ñancahuazú. Consiguientemente, lejos de la ilusión de encender una chispa libertaria en el continente americano, los mineros del altiplano y los guerrilleros comandado por el Che eran asesinados con las mismas armas y por los mismos enemigos, separados los unos de los otros, sin verse la cara ni compartir la misma trinchera contra los mercenarios de la CIA y las tropas del ejército boliviano.



René Barrientos Ortuño, quien sabía maniobrar sus siniestros planes respaldado en el “pacto militar-campesino”, que él mismo estableció con la burocracia oficialista de los sindicatos del agro, justificó la masacre bajo el pretexto de que el ejército tuvo que disparar en defensa propia y que era necesario “combatir el proceso subversivo” de los mineros en Siglo XX, dispuestos a organizar un foco guerrillero para plegarse a la gesta armada de “los barbudos extranjeros” en Ñancahuazú.



Al mismo tiempo que la indignación popular corría como reguero de pólvora a lo largo y ancho del país, los “sindicatos clandestinos” organizados en el interior de la mina, aparte de declarar por unanimidad un paro de 48 horas en protesta contra la masacre, ratificaron sus justas demandas: retiro de las tropas del ejército, devolución de la sede del sindicato y de la radio “La Voz del Minero”; respeto al fuero sindical, libertad incondicional para los dirigentes detenidos y confinados, indemnización a las viudas de los asesinados y exigencia para que no sean desalojadas del campamento; reposición de los salarios a los niveles de mayo de 1965 y, como si fuera poco, se fijó también una cuota quincenal de diez pesos por obrero, para gastos del sindicato y para adquirir armas. La resistencia popular, en escala nacional, encontró su vanguardia indiscutible en los sectores mineros que, por su alto grado de conciencia política y convicción combativa, estaban decididos a defender sus derechos más elementales y continuar declarando a Siglo XX “territorio libre”, en un franco desafío contra la dictadura militar.



A la masacre siguió la represión y el despido de los “agitadores” de sus fuentes de trabajo. Unos fueron a dar en las mazmorras y otros en el exilio, las viudas y los huérfanos fueron expulsados del campamento sin indemnización ni derecho a nada y la masacre de San Juan quedó en la impunidad. La ola de persecución se planeó en el Alto Mando Militar, con el claro objetivo de liquidar físicamente a los dirigentes más esclarecidos de la resistencia obrera. Así fue como dieron con el paradero de Isaac Camacho, uno de los principales líderes de los “sindicatos clandestinos”, a quien, luego de apresarlo el 29 de julio, en una casa cercana de la Plaza Nueva en Llalagua, lo torturaron brutalmente y lo desaparecieron sin dejar rastro alguno.



René Barrientos Ortuño, además de la masacre minera, fue el responsable directo del asesinato, encarcelamiento, tortura y desaparición de varios opositores a su gobierno, hasta el día en que murió calcinado en el mismo helicóptero que le obsequiaron sus aliados del norte. No obstante, a pesar de los múltiples testimonios de esta sombría historia, todavía hay quienes exaltan su “patriotismo” y le llaman “el general del pueblo”; cuando en realidad no era más que un simple general golpista, un aviador entrenado en Estados Unidos y un servil lacayo del imperialismo, que supo aprovechar su mandato presidencial para saquear los recursos naturales en medio de un país que se desangraba en la miseria y lloraba a sus muertos bajo la bota militar.



Publicado en BolPress, el periódico online de La Paz (Bolivia), el 19 de junio de 2007. Reproducido en el semanario Peripecias Nº 53 el 20 de junio de 2007. Se reproduce en nuestro sitio únicamente con fines informativos y educativos.

Anónimo dijo...

Me uno a Fast. Querido Pucci, no es por joder ni mucho menos, cada quien tiene que cargar con su actitud ante la vida y ante los hechos. Hablás de esa época, sin tomar en cuenta ningún contexto histórico, la historia hay que verla desde la historia. Me dejo entender? No comparto la postura de Evo de denigrar al soldado boliviano, en eso estoy de acuerdo con vos, pero como bien te hace notar fast, aquí no hay héroes, tan sólo instrumentos que obedecieron órdenes. Si estas órdenes hubiesen sido volar medio vallegrande con todo y civiles dentro, así lo habrían hecho.
Te recuerdo también, que en todos los diarios y declaraciones sobre lo acontencido en Vallegrande, los mismos soldaditos bolivianos son los que cuentan que NO querían matar al Che, que nadie quería hacerse cargo de esa labor...hasta que encontraron a alguien que lo tuvo que hacer.
Otra cosa, el pueblo de Vallegrande le ha guardado siempre un gran aprecio, porque cuando estuvo allá (El Che) también curó a algunos enfermos y se comportó de una manera muy cordial. Ahí no hay lavado de cerebro posible, desde el momento en que fue ejecutado y exhibido, la gente del pueblo se conmovió con ese hecho. También es cierto lo que dice Fast sobre la liberación de prisioneros bolivianos por parte de la guerrilla, y es cierto que si hubo muertos fue en combate. Por lo menos, las bajas nacionales fueron fruto del combate.
Ah otra acotación, esta vez a la señorita LaFa: La comida estaba racionada y había órdenes explícitas de consumir, sólo lo que debía consumirse. Si sos un soldado y no podés ni siquiera aguantarte las ganas de tragar "una latita de leche condensada", qué podemos esperar en relación a la disciplina para el futuro?...
Sólo pido precisión y aguzar la mirada en torno al contexto...Se puede querer o no querer al che, pero le reclamo a sus detractores no estar bien documentados sobre el tema y nadar pandingo cuando se trata de opinar.

K'ochalo dijo...

Eso de la lata de dulce de leche es de la guerrilla de teoponte .

El soldado boliviano es único héroe de la guerrilla por que la mayoría de los soldaditos era del altiplano fue llevado al monte a pelar sin mucha instrucción y con armas viejas de la guerra del chaco y Guevara no les tuvo consideración les disparo mato y robo.

Mi tío fue a esta guerrilla y estaba cuando una emboscada que le tendieron los guerrilleros, al ejercito, donde mataron a toda su patrulla y el para salvar su vida tuvo que cubrirse con los muertos mientras inti peredo les metía bala a los cuerpos para asegurase de que estén muerto y el che gritaba busquen a los perros oficiales y mátenlos. Suerte para mi tio que llegaba otra patrulla y los guerrilleros se hicieron pepa.

Este solo es un pequeño relato de todo lo que paso. y se deje de hablar huevadas de que Guevara vino a salvar al pobre y solo matar al rico. Este señor fue un pésimo comandante no se por que le rinden tanto homenaje.
No supo ni plantear una guerrilla por que esta ves no tubo a Fidel para que la organizase.
, Como vas a ir a un terreno donde el campesino es sumiso y nada guerrero, si hubiera entrado al lado de las minas actualmente seriamos un país socialista muerto de hambre, acso no estudio por que 52 la revolución nacionalista tubo éxito fue por apoyarse a los mineros .El ejecito no estaba preparado pero mas bien che era un cojudo que dio la oportunidad al escoger ñancahuasu de que nuestros negritos cojan experiencia y derroten a los guerrilleros y den al mundo la lección que a Bolivia se respeta .

Muerte al socialismo el che es pura basura y mercantilismo no existe no tenia un ideal claro era un vil asesino sanguinario igual a los del imperio

Javier Sandoval A. dijo...

Tamaño atreviemiento y sinvergüenzura extrema de Evo, al decir eso. Esto ya es el colmo.
Y bueno...es que la ignorancia siempre ha sido atrevida y no se debe confundir con sumisión.

Andrés Pucci dijo...

en teoponte chato peredo fusilo a un guerrilero por comerse una lata de sardinas, el lo admitio en un debate que tuvo con Carlos Klinsky en la red UNO.

m.a.q.u.e.v dijo...

Es inadmisible que se mengue así la memoria de esos bolivianos que murieron defendiendo la Patria. No entiendo porque solo se debe conmemorar a los soldaditos pobres? es que el rico o massmedia no merece nada aunque defienda a la Patria? No juguemos a ser Robinhood. Dejemonos de estupidos resentimientos.

m.a.q.u.e.v dijo...

Por cierto, Guevara no curaba a los bolivianos por buenitos, curaba como una forma de someter al otro para que, agradecido hagan lo que él quería, al fin y al cabo, les había salvado la vida. Es una estrategia, la misma que se está usando ahora con los miles de cubanos que llegaron al país a curar-adroctrinar. Es un mecanismo para llegar al poder sometiendo a nuestra gente en base al agradecimiento que no puede ser pagado por dinero pero si con votos, con lucha, con la sangre y con la vida.

Unknown dijo...

Estes son las palabras de Evo:
´Si algunos llamados ex combatientes hacen su homenaje, tienen todo el derecho... Yo siento que estaban mal orientados, estaban tal vez cumpliendo instrucción no solamente del entonces Alto Mando Militar, sino del imperio´.
Para me, por cierto son pobres muertos, pero ay que poner los conflictos en la historia! Los guerrilleros luchaban por la democracia en un pais que non era en democracia, en un pais sotometido al los EEUU! En Italia, para la lucha de liberacion, la guerra civil, combatiron los "partigiani" contra otros soldados italianos aliados a los nazis, a los fascistas. Pero ahora yo no se si fuera aqui, sin ella lucha!!

Don Juan de Sarco dijo...

EL puto Che era un genocida en Cuba, y de haber triunfado su guerrilla, a cuántos bolivianos hubiera exterminado en sus juicios sumarios, empezando por los partidarios del PCB,

Y las ideas de del che no eran ideas de justicia y desprendimiento, eran SUS ideas de justicia, por las cuales asesinó campesinos en Cuba que no querían seguirle, ¿tenía ése derecho?, realmente lo tienen demasiado idealizado, esta bién que compartan sus ideas pero intentan justificar su fanatismo y sangre fría, con puras huevadas.

Cochalo: buen aporte.

Saludos

Don Juan de Sarco dijo...

Y Teoponte fue una guerrilla de fracasados imitadores del che, cada uno escribiendo un puto diario.

Anónimo dijo...

Decir fracasados a unas personas idealistas que murieron en Teoponte bajo sus principios es muy cómodo sobre todo si uno tiene el culo gordo y está en su casita con la panza a rebosar y el maximo peligro de su existencia es algun virus informatico que le entra en la computadora cuando uno entra a paginas de cibersexo.......

los jovenes que murieron no los veo como unos fracasados sino mas bien como unos idealistas que lucharon, vivieron y murieron siendo consecuentes con su forma de pensar. Es mucho mejor eso que malvivir y venderse a diario por 3 salteñas.

Aqui lo que se juzga, y ese es el proposito del articulo del blog, es la actuacion y muertes provocadas por la guerrilla en BOLIVIA. Y aqui el Che en BOLIVIA TUVO SIEMPRE UN COMPORTAMIENTO EJEMPLAR, NO COMETIO ACTOS DE TERRORISMO, no fusiló a nadie, permitio a los soldados bolivianos capturados regresar a sus hogares, no mató a sangre fria a civiles desarmados. En cambio el ejercito boliviano tuvo un comportamiento delincuencial al asesinar a sangre fria a combatientes desarmados y heridos. Y esa es una verdad por muchos intentos de demonizacion que se tengan con la figura del Che.

Los verdaderos genocidas, asesinos de civiles, los verdaderos terroristas de estado fueron los gobiernos de barrientos en adelante, fue terrorismos de estado el plan condor del gobierno de Banzer, fue terrorismo de estado la muerte de Quiroga santa cruz por orden de Garcia mesa para favorecer a Banzer, fue terrorismo de estado las muertes de Espinal, los asesinatos de la calle Harrigton, esos fueron actos genocidas.

Y no me voy a inventar una historieta de que mi tio o mi abuelito me ha dicho........los hechos y las palabras del che en Bolivia son facilmente comprobables, a los traidores que vendieron al che no se los fusilo, como seguramente merecieron, por el contrario se les respeto su vida, se los expulso de la guerrilla, luego los datos que les sacaron los del ejercito sirvieron para identificar los movimientos del Che.

Cobardes fueron los del PCB, cuya cupula, lo maximo que hicieron de riesgo es bloquear una calle en dia domingo, luego traicionaron al unico intento serio de implantar una revolucion social en el pais, por ello no me hubiera extrañado ni lamentado que esta gentuza oportunista hubiera pasado al paredón por su conducta.


A todos los que creen que las revoluciones se construyen con rosas hay que decirles que Bolivar también fusiló a traidores ¿y ahora alguien llama a Bolivar por ello?.

Me gustaria que en su momento se escribieran articulos sobre la mafia que gobernado Bolivia desde entonces: Garcia Mesa, Banzer, Barrientos, Ovando, etc, y que la gente que ahora grita al cielo sobre los soldados muertos tambien gritara sobre los civiles asesinado y muertos a manos del gobierno de turno.

FAST

Javier Sandoval A. dijo...

Parece que mucha gente acá, que se dice fanática o seguidora del Che Guevara, ni siquiera ha leido su famoso "Diario de Bolivia", no?. Bueno...les transcribo una de tantas frases en sus escritos sobre su guerrilla en el país:
"...la base campesina sigue sin desarrollarse; aunque parece que mediante el terror planificado, lograremos la neutralidad de los más, el apoyo vendrá después. No se ha producido una sola incorporación...".
TERROR PLANIFICADO, eso es lo que aplicaba Guevara a los pobres campesinos. No lo digo yo...lo dice EL. Acaso hay algo más que agregar?.

rho dijo...

Bueno, cada uno es libre pensar lo que quiera respecto al Che, cada persona vivió influenciada por su entorno, y de ahí sus convicciones.

Acaso no hay respeto por las creencias diferentes? Si uno cree en los -supuestos- ideales que propuso el Che, allá ellos, no? Y si vos crees en el capitalismo tal como estaba, y que bolivia estaba mejor antes de la existencia del evo, y que el "gastar" más -aunque estúpidamente- te da status... allá tú.

Pero, algo en lo que se equivoco el Che, es no considerar los aspectos sociales de Bolivia. A diferencia de cuba, la gente "no colona" (por no usar otra palabra) fue sometida, oprimida hasta esclavizada durante muchísimos años, de ahí la característica sumisa, servil y falta de autoestima (hasta estos días)... se suponía que era así.

Así como se "suponía" que un _indio_ nunca podría llegar a ser presidente, y por eso les sale ronchas a muchos "bolivianos netos".

Como dijeron, si el Che iba por el lado de los mineros.. otra sería la historia. Mineros acostumbrados a vivir peligros, metiéndose como topos en las minas precariamente y manejando dinamita como pan de cada día, obvio que tienen actitud diferente que las personas acostumbradas a la siembra o pastar ovejas.

Anónimo dijo...

EL CHE GUEVARA: UN SÍMBOLO DECADENTE

Una crítica a sus biografías.

Dentro de cada rebelde hay un tirano tratado de salir. Nadie se ajusta mejor a esta definición que Ernesto "Che" Guevara. Fue el Ayatola Komeini de la revolución cubana, un asceta que convirtió
su propia afición a la renunciación en un imperativo moral para los demás. Un mundo gobernada por Guevara hubiera sido tan divertido como la Ginebra de Calvino.
Es típico de la frivolidad de la juventud del mundo occidental el haber convertido a este inescrupuloso pedante en un símbolo 'pop' por el sólo hecho de que usaba boina, le tenía
aversión al baño y resultaba fotogénico desde ciertos ángulos. Esta juventud no conoce sus sanguinarias ideas ni le interesan. Desde su punto de vista, cualquier joven que haya derrocado a un
gobierno por la fuerza y en nombre de la justicia debe de ser un héroe.
Para ser justo con Guevara, él no tiene la culpa de ser tan mal comprendido por los estudiantes occidentales. Nunca se preocupó por ocultar ni sus ideas ni sus acciones. Pero, pese a su enorme
seriedad, en el fondo compartía la frivolidad moral e intelectual de sus admiradores occidentales. Estos dos biógrafos alegan que tenía una insaciable curiosidad intelectual. Pero no hay ninguna prueba de que se haya dignado a reflexionar, aunque fuera un poco, sobre las causas de los crímenes de Stalin y de Mao. Tampoco se detuvo nunca a meditar sobre las fuentes del poderío económico, cultural y militar de Estados Unidos. No le pareció necesario. De joven, llegó a la conclusión de que la fuente de la riqueza de Estados Unidos y Europa era la explotación, y se mantuvo aferrado a esa estupidez hasta el final. Era la única fórmula que le permitía asignarse a sí mismo un papel providencial en la historia. De otra forma, se hubiera tenido que contentar con una simple práctica de la medicina, para la que no tenía ninguna vocación.
Estas largas biografías son el fruto de una diligente investigación y, aunque hay diferencias entre ellas, la imagen que emerge es básicamente la misma. Castañeda es mucho más informativo que Anderson en relación con ideas económicas de Guevara. Anderson lo es en relación con su infancia y su juventud. Castañeda ubica a la segunda esposa de Guevara, Aleida March, como miembro de la alta clase media. Para Anderson es la hija de un campesino. Castañeda menciona los hijos ilegítimos de Guevara, Anderson no hace referencia a los mismos. Pero ambos concuerdan en las características fundamentales de la vida y la obra de Ernesto Guevara.
Aunque sus dos padres provenían de una familia relativamente empobrecida de la oligarquía argentina, Guevara nunca conoció la verdadera pobreza y tenía la auto confianza de los que nacen en una elite. Sufrió de asma desde muy temprano y esto trajo dos consecuencias. En primer lugar, le garantizó el amor y la ansiosa preocupación de su madre, que fue, con mucho, la mujer más importante de su vida. En segundo lugar, le dio determinación para sobreponerse a las dificultades que encontrara en su camino. Pese al asma, se convirtió en un deportista y nunca cedió ante sus limitaciones físicas.
Durante el resto de su vida fue notablemente poco autocrítico. Aceptó la evaluación de su madre sobre su propia persona y creyó que lo que hacía era justo porque era él quien lo hacía. Hasta
el fin de sus días, sobrestimó burdamente la importancia de su propia voluntad en la transformación del mundo que lo rodeaba. Su vanidad y su delirio de grandeza lo llevaron a la destrucción. A la que también arrastró a otros.
Como deja bien clara la narración de Anderson, Guevara desarrolló desde muy temprano la consciencia de su propia importancia. Cuando estuvo en dificultades durante sus juveniles
vagabundeos por América Latina, no dudó en estafar a la gente que se cruzaba en su camino.
Consideraba su propia falta de honestidad como una diversión, no como una debilidad moral.
Después de todo, era él quien estaba siendo deshonesto. Posteriormente, su excesiva puntillosidad en cuestiones de dinero, en la que había una gran dosis de esnobismo moral e intelectual, se convirtió en el rasero con que medía a los demás.
Guevara siempre se consideró a sí mismo como un modelo.
Llamarlo un pensador de segunda sería excesivamente generoso. Su concepción económica fundamental, que toda ganancia personal debería de ser eliminada de la vida económica, es una idea
estúpida que ni siquiera es original. Quizás sea excusable en un adolescente. Ciertamente es imperdonable en un adulto. Y solamente un monstruo moral estaría dispuesto a matar en aras de
semejante ideal.
Guevara era ese tipo de monstruo. Era demasiado egoísta como para que la experiencia le hiciera cambiar de ideas. Soñaba con la creación de un Hombre Nuevo que, por supuesto, lo tendría a
él como su maestro. Todos los hombres del pasado, desde el inventor de la rueda hasta Shakespeare, Newton y Mozart no satisfacían sus rigurosas exigencias.
Estas dos biografías dejan claro que durante la crisis cubana de los cohetes, Guevara estuvo a favor de la guerra nuclear. Guerra que, por supuesto, hubiera provocado la muerte de decenas de millones de norteamericanos y la aniquilación del pueblo cubano.
Pensaba que era deseable porque, sobre esa base de cenizas, se hubiera podido construir un mundo mejor. No sentía la más mínima vacilación al hablar a nombre de los millones de cubanos que
serían inmolados. Guevara pensaba de la misma forma que Pol Pot.
Si terminó matando a muchas menos inocentes que el camboyano, no fue por falta de esfuerzo. Después de todo, estaba entusiasmado con la guerra de Indochina y hubiera gozado al ver dos, tres y muchas Cambodia en todo el mundo. La diferencia entre él y Pol Pot es que nunca estudió en París.
Los dos biógrafos se afanan por rescatar algo de esa vida desastrosa y repulsiva. Cualesquiera que hayan sido sus atractivos personales, un hombre que pueda haber defendido seriamente la muerte de todo un pueblo (teniendo casi la posibilidad de hacerlo realidad) tiene que ser de una indescriptible vileza. Lamentablemente, los autores no se animan a decirlo. Contradice demasiado ese clisé publicitario de nuestra época: que Guevara era un hombre fundamentalmente bueno y generoso. Y cuya imagen permite hacer excelentes carteles. Ninguno de los autores llama la atención sobre el hecho de que Guevara adoptó una posición violentamente antianortemericana y pro-soviética sin saber nada de la historia, la economía, las condiciones de vida o la cultura de ninguno de los dos países. Si Guevara se desilusionó con la Unión Soviética fue porque había dejado de ser suficientemente radical. Sus sueños eran El Gran Salto Adelante y la Gran Revolución Cultural Proletaria, con sus millones de víctimas.
La ambivalencia hacia Guevara es particularmente notable en el libro de Castañeda. Es como un viejo comunista que finalmente ha aceptado que Stalin mató a decenas de millones pero que trata de
rescatar algo del inmenso naufragio y habla de éxitos en la salud o en la educación pública. Castañeda es un hombre de la izquierda y, por lo tanto, no puede aceptar que la visión de Guevara sea básicamente errónea. Su ambivalencia esta bien ilustrada en las páginas 188 y 189 de su
libro donde describe los efectos de los escritos de Guevara en la juventud de su tiempo. En la página 188 leemos:
"Che no tenía razones para sospechar el impacto que tendrían (sus escritos) en miles de jóvenes estudiantes universitarios en los próximos treinta anos, mientras marchaban alegremente hacia la
masacre. ... ningún autor debe de ser considerado responsable por la sagacidad o falta de sagacidad de sus lectores". Pero en la página 189 leemos:
"El Che le dio a dos generaciones de jóvenes los instrumentos de esa fe (en la revolución), y el fervor de esa convicción. Pero también tiene que ser considerado responsable por la sangre y las
vidas de esas generaciones decimadas".
Estas citas contienen otra equívoco. Porque los jóvenes universitarios no sólo marchaban a ser masacrados sino también a masacrar. Guevara pensaba (como cita posteriormente el mismo Castañeda) que era necesario tener un "inquebrantable odio por el enemigo, el que empuja al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndolo en una máquina de matar fría, violenta, efectiva y selectiva." Y no sólo eso. Ese odio asesino era el prerrequisito indispensable para construir un mundo mejor. Si Castañeda considera esto como noble, no quiero ni imaginarme que puede considerar innoble.
¿Cómo pudieron ver en Guevara algo más que un inescrupuloso fanático?
La respuesta no está en ninguno de estos dos libros. Pero ambos contienen suficiente información como para dejar claro que Ernesto Guevara fue uno de los más implacables enemigos de la
libertad del siglo XX
Tomado de National Review, septiembre 15, 1997.

Anónimo dijo...

EL CHE: UN ASESINO SIN CAUSA

La Banda invasora del Che sólo trajo dolor y muerte al pueblo boliviano.
Era el 9 de Octubre de 1967 cuando el Che Guevara llevaba once meses tratando de llevar la revolución a Bolivia. Estaba convencido que allí, en un pueblo débil tras la revolución comunista de 1952, podría triunfar su guerrilla terrorista.
No le quedaba otro camino, a Cuba ya no podía volver.

Él y su pequeña banda se las habían arreglado para no reclutar ni un solo seguidor entre los campesinos bolivianos. Se habían estado cuidando de una posible traición tal cual le sucediera en un principio con el partido comunista en La Paz al no haberle querido prestar ayuda.

Y al final todo lo que hizo, no fue más que acorralar mediante emboscadas y matar a unos 60 civiles y soldados bolivianos.

Ese es su único "logro" en Bolivia: Asesinar al boliviano.
No es ninguna novedad, en toda América del Sur el "revolucionario comunista" no ha hecho más que tomar el camino de la violencia para formar su tan anhelado "Estado Comunista".

El Coronel Joaquín Zenteno estaba al mando cuando el Che fue herido y capturado junto a dos de los suyos; Los demás murieron en el combate. Fue una captura bastante significativa, aunque el Che distaba mucho en esa época de ser la estatua de la libertad.

Por supuesto, ya había combatido y tenido éxito junto a Fidel Castro en la Sierra Maestra de Cuba, en 1959. Había sido miembro del Gabinete de Castro. Pero era un alma inquieta y, después de escribir un cuaderno titulado "Guerra de Guerrillas" , empezó a recorrer las capitales europeas y durante meses trató de estimular la revolución en el Congo.

El rumor entre los cognoscente era que Castro quería deshacerse de él, en parte debido al natural carisma del asmático fumador en pipa y aficionado a las boinas, lector de poemas y doctor en medicina, con su sonrisa socarrona y su peinado a lo Beatle. Todo eso resultaba irritante a Castro, a quien no le gustaba la idea de compartir el escenario, como descubriera su hermano, entre otros. De modo que cuando el Che dio a conocer su intención de partir para colonizar a toda la América Latinaen nombre de la revolución, Castro fue fácilmente persuadido de que debía dejarlo salir de Cuba.

Cuando el Che fue capturado, en el alto mando boliviano se planteó de inmediato la interrogante: ¿Qué hacer con él?. Fue llevado a una pequeña escuela de La Higuera, en donde vivían 175 campesinos muy pobremente.
El General René Barrientos, Presidente de Bolivia en ese momento, ya había lidiado con Regis Debray. Debray era un joven anarco-comunista francés que, al estilo de Fred el Rojo, de Alemania y del Che Guevara, trataba de librar al mundo del capitalismo, de los militares y de las libertades civiles, y fue capturado en plena actividad terrorista. Ese mismo año había sido juzgado en Bolivia, en un juicio que sirvió para organizar las fuerzas de la izquierda internacional, precipitando una larga filípica del filósofo Bertrand Russell, que arremetía contra todo el que calificara a Regis Debray de criminal de guerra.

Barrientos no quería más de eso y, por consiguiente, dio instrucciones a Zenteno de que interrogara a Guevara al día siguiente y, después, lo ejecutara.
Cuando, la tarde anterior, el Che se encontró frente a un soldado que pudo haberlo matado a quemarropa, le gritó: "No dispare, No dispare. Yo soy el Che Guevara y valgo para usted mucho más vivo que muerto" . Pero a la mañana siguiente se dio cuenta de que el alto mando boliviano no estaba de acuerdo en que Guevara era más valioso vivo.

Hacia el fin del interrogatorio se escuchó cuatro disparos provenientes de la habitación contigua. El sargento encargado de ejecutarlo preguntó si el Che sería lo suficientemente gentil como para dejarle su famosa pipa. El Che le dijo algo irreverente.

El Che Guevara había tenido sus propias dificultades con otras guerrillas. En Camagüey, Cuba, en 1962, operaba un movimiento guerrillero anticastrista. Cuando los guerrilleros fueron capturados, el Che Guevara estaba al mando de los militares y el Che dio orden de ejecutar a los guerrilleros.
Pero ahora, los mismos campesinos que no quisieron ayudar al Che vivo, y que incluso dijeron a los militares dónde podían encontrarlo, hablan con veneración del "Santo Che" . Su busto se levanta en la plaza de La Higuera, junto a fotografías colocadas en altares provisionales del Papa Juan Pablo II e imágenes de Jesús.

La publicidad no se detiene ahí, se encuentran imágenes del Che en relojes Swatch, en una cerveza inglesa, en ropas, en esquíes, en varios sitios de Internet, en varios discos compactos de rock, etcétera.

"Los grandes sueños se realizan con grandes sacrificios" , dijo la hija mayor del Che en la ceremonia que tuvo lugar en La Habana cuando se recibieron los huesos del Che, enviados por avión. Ella terminó su discurso con las palabras con que su padre terminaba los suyos: "Hasta la victoria siempre. Patria o muerte" .
La Patria del Che era, de acuerdo con su lugar de nacimiento, Argentina; De acuerdo con su ideología, la Unión Soviética; Pero su destino fue morir en la Patria de Bolivia, que no era su Patria y en la que nada tenía que hacer.

Anónimo dijo...

LA TIRANÍA DEL COMUNISTA CHE GUEVARA


Los defensores seculares de terroristas y tiranos buscan de cualquier forma justificar sus desmanes, excesos y crímenes. El comunismo internacional, se convirtió en la tiranía más férrea del siglo pasado.
Todos ellos creyeron que sus acciones por muy violentas que fueran siempre iban a ser necesarias para obtener su logros. Por lo tanto, puede justificarse sin que siquiera les remuerda la conciencia, los ajusticiamientos en masa perpetrados por el Che Guevara, Raúl Castro y otros durante los primeros meses de la Revolución Cubana. Si cayeron inocentes, no importa, porque redundo en beneficio del propósito revolucionario.
Al ejercer de abogados del diablo, claro esta, mencionan figuras egregias de la historia como Sarmiento, Bolívar y San Martín.
La mención se hace a vuela pluma sin citar fuentes históricas, cifras, circunstancias, ni otros detalles que valgan a la comparación. Pero caen en una trampa porque un crimen es un crimen, sea quien sea quien lo cometa y emplear palabras como "extirpar" para suavizar con un eufemismo, como si se tratara de un grano, el hecho perpetrado, que no es otra cosa que un asesinato, no establece distinciones entre quienes emplean tales métodos de represión y violencia.
Cabe preguntarse que si se justifica que alguien como el Che realice ajusticiamientos en masa sin siquiera mediar un juicio, se puede justificar también los ordenados por Stalin o Mao TseTung, Todos se dedicaron a "extirpar" a quienes calificaban de "traidores" y "enemigos de la patria". (Como si creyeran en la Patria)
Lo que no podemos es justificar a unos y condenar a otros. La tiranía tiene muchas caras pero un solo propósito: la perpetuación del poder. Sean o no positivos para quienes siguen viviendo los resultados de cualquier crimen, no podemos condonarlo ni justificarlo.
La muerte del Che conllevó la clásica moraleja de que el crimen se paga. Al Che lo ajusticiaron con su propia receta.
En el caso del Che, la CIA lo quería vivo. El Che vivo era muy valioso. El Che muerto, por el contrario, se convertiría en un mártir valioso para el comunismo internacional.
Pero el Presidente de Bolivia hizo caso omiso a la pataleta de la CIA. Evidentemente, el no estaba a su servicio.
Centenares de "izquierdistas" acuden cada año a rendir tributo al líder mitológico en el poblado de Vallegrande donde lo enterraron hace 30 años.
Los militares bolivianos intentaron organizar merecidamente su propio tributo al centenar de soldados que murió combatiendo a la guerrilla del Che. Pero el sorprendente homenaje a su enemigo, ahora agigantado por el fervor de sus admiradores, no ha sido prohibido ni obstaculizado.
Lo lamentable es también que en Cuba no se permite que se rinda un humilde homenaje a los inocentes que murieron "extirpados" (algunos a sangre fría por su propia mano) en la ola ciega de fusilamientos que desato el Che Guevara en los predios de la Fortaleza de La Cabaña.

Anónimo dijo...

Querido acabo de leer la carta de Chato Peredo esta buenisima, habla sobre lo mal que vivió 28 años en Cuba. Aquí te dejo el link
http://baracuteycubano.blogspot.com/2006/12/carta-de-claudia-peredo-hija-del.html

Un abrazo

Fabricio Callapa Ramírez dijo...

Escuchen Soldadito Boliviano, Soldadito de Bolivia, del genial Paco Ibañez, cómo me gusta esa canción... cualquiera debiera escucharla... sin prejuicios.

Adios.

Anónimo dijo...

Hola Andrés. Que terrible leer estás cosas, y ser ahora Venezuela la que causa dolor en nuestros pueblos hermanos.
Un gran abrazo, Martha Colmenares

Mario R. DURAN CHUQUIMIA dijo...

A todos, quisiera que lean sobre la guerrilla de Teoponte, que historia viva, muestra como el idealismo hecho fanatismo, termino con la vida de jovenes por diferencias internas (la lata de sardina y una bala de fusil)... preguntele por SC al "Chato" Peredo sobre su participacion en Teoponte.
Tambien es triste que esa izquierda que ahora habla fuerte, tenga poderosas oeneges (los casos son muchos)... donde quedo su idealismo.

K'ochalo dijo...

La izquierda nunca tubo ideal solo se valio de jovenes en su mayoria pudientes para usarlos(Ernesto Paz Samora)para su propio bien y hacer prosperar el peor sistema de Gobierno que Existe Comunismo.Esa misma gente al mejor estilo de Stanlin o De Mau y por supuesto Fidel .tratan de imponer sus ideas masacrando al pueblo al que dicen servir no señor Che Guevara, o señores Peredo Leigue.

Y lo que yo conte de Mi tio es sierto Fast tu no sabes ni el ABc de la Historia de las guerrillas y solo te basas en el supuesto diario del Asesino acaso el contaria que mato o que Violo puta no sueñen ese diario solo tiene unas cuantas pautas .

Anónimo dijo...

Realmente me dan pena todos vosotros a excepcion del profesional, hablan sin fundamento y sin conocer la realidad entera del pais meten sus delgaduchas y finas manos en la historia teñida de rojo de nuestro pais, ustedes mientras comen en sus restaurantes, cercados por el sistema capitalista, no saben otra cosa que repetir lo que oyeron de sus papis, a la historia Nacional no hay que criticarla sino hay que sentirla, pero dudo mucho que sus ojitos vayan a recorrer tanto luto en todos los años de vida republicana...

Anónimo dijo...

Estoy leyendo los artículos, todos, los que hablan en pos del che y los que hablan en contra y todavía me causan escalofríos algunos comentarios. Hay uno que dice que es una asesino sin causa y otro que dice que era un tirano, muchachos tengan en cuenta que casi todos nosotros hemos vivido en alguno de los países en los que nuestros queridos primos del norte han metido sus manos para poder extraer de NUESTRA TIERRA lo que genuinamente nos pertenece, todos hemos sufrido en nuestra historia la intervención de algún títere de turno pagado, mantenido y después derrocado por los del norte…..
A todos aquellos que le dicen tirano y asesino jamás en lo que llevan de su miserable vida se han sentado a leer que la revolución cubana fue una de las únicas, por no decir la única, que realizo juicios sumariales a los criminales que expropiaban tierra, dinero y virginidades al pueblo que decían representar o defender y esos juicios los presidio el CHE porque nadie mas quería cargar con ese peso.
Señores que nunca conocieron el hambre y la necesidad, por eso luchaba Ernesto Guevara de la Serna Lynch, si, todos esos apellidos tenia y tuvo la dignidad y el desprecio de firmar los billetes de tres pesos de un país que no era el suyo originalmente como presidente del banco nacional de cuba con el seudónimo de CHE.
Ese hombre del que ustedes hoy tratan como asesino y tirano ESTABA TAN ENAMORADO DE SU EGO que trabajaba sus dias libres en cuba para enseñar con el ejemplo lo que es ponerse al nivel del pueblo cubano.
Niños ricos, del país que sean, que lean este que yo hoy escribo sepan que ni la mejor de las universidades pagadas por sus padres podrá acercarlos a su pueblo, para el que ustedes tanto se esmeran en estudiar, nunca podrán acercarse al pueblo porque sus cerebros tan chatos y vacíos no van a permitírselos jamás.
Barrientos, Videla, Pinochet, Castillo Armas, Trujillo, Stroessner y podría seguir nombrándolos varias líneas mas, fueron todos amigos de los Estados Unidos único país del mundo que ostenta los títulos de financiadores de dictaduras, represores, racistas, genocidas, EEUU tiene hoy el ultimo campo de concentración del mundo….
Vean con la cabeza un poquito mas abierta a lo que les enseño papi y tómense el tiempo de leer que es lo que quiso hacer el che, papi no esta en tu cabeza para decirte que estas mal porque pienses lo que el no quiere.
Mis respetos a todos los caídos en guerras y enfrentamientos en defensa de los derechos de un tercero y recuerden que: la convicción y los ideales son lo único que nos acompaña hasta la muerte y lo que hace que podamos trascenderla, el mejor ejemplo esta en que el 09/10/67 no fue el ultimo día…….

Anónimo dijo...

Soy cubano. Que decir de este terrorista? Mucho tengo que decir. Fueron miles los cubanos que murieron de mano de este sanguinario cobarde. Mató a miles de mis hermanos y cuando lo capturaron gritó como una damicela: "No me maten, yo soy el Che, y valgo más vivo que muerto". Mira terrorista, donde quiera que estés (más probable en el infierno), tú no vales nada ni vivo ni muerto. Es más, tu muerte evitó la de miles y miles de personas. Porque eso es lo único que saben hacer los comunistas: comerse y devorar a sus propios hijos.