sábado, enero 27, 2007

Es hora de dejar de llorar, es hora de trabajar

Cuanta razón tiene el presidente de Brasil, Lula, al decir: "No necesitamos ir por el mundo lamentándonos. Tenemos una responsabilidad propia y no es suficiente culpar a los demás"

Hay que dejar de quejarse por el dominio español, que las oligarquías, que los 500 años, que los gobiernos pasados, que el actual gobierno es corrupto, la defensa es que los anteriores eran más.

Con trabajo, borron y cuenta nueva, dejar el rencor y avanzar, dejando de lado a funcionarios políticos, esa es la forma correcta.

Como dice Angel Caído:

PRESIDENTE MORALES, BASTA DE PERDER EL TIEMPO EN FESTEJOS, PAROS PARA DERRIBAR PREFECTOS Y LA CONSTITUYENTE, TENEMOS QUE DE UNA VEZ PONERNOS A TRABAJAR, NO VE QUE LAS TRANSNACIONALES HASTA EN FERIADOS TRABAJAN.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Andrés... Cómo estás? Acá un calorcito veraniego increscendo.

Bueno, lo de Lula es optimista. Espero que resulte: Brasil necesita cambios urgentes.
Como el resto de Latinoamérica.

Que pases una hermosa semana :)

Ferip (no me deja firmar)

Liz Hopps dijo...

Es que lula esta cambiando...leí hace como un mes que esta volcándose hacia la social democracia...no se si sera bueno, pero el solo hecho de que llame la trabajo duro y no al rencor y a la lucha de clases como medio avance de un país me parece alentador...

El Anónimo dijo...

Elizabetha, el socialismo democrático es un proceso moderno de estabilización social, Lenin escribió un libro acerca de ese tema se titula "socialismo fase superior del capitalismo"

Las sociedades capitalistas tienden a generar muucha diferencia entre clases, y los pobres aumentan sucesivamente, los ricos acumulan y generan mas poder económico y logran mayor manipulación sobre el proletario.

llega un momento en que la cosa colapsa y esto sucede cada cierto tiempo, antiguamente se solucionaba con masacres lo que generaba miedo en los desposeidos y se los podía controlar, un claro ejemplo es en el año 1907 en Iquique más de 3000 obreros fueron acribillados al pedir un salario más justo, 50 años más tarde una ola de dictaduras en Latinoamérica.

La revolución rusa fué el primer estallido (por lo que sé) en el que el obrero (soviet) logra el poder de gobernar, y fué con una dictadura en la que se vió una fuerte guera de clases. Lo mismo en Cuba, pero ese es un pueblo ya con mucha conciencia social.

Este proceso se repite en latinoamérica y por suerte de forma democrática debido a las tendencias actuales de paz.

El primero fué Allende y fué un fracaso, los poderes económicos lograron contrarestar el proceso con un golpe de estado y manipuleo de prensa. Además con millones de dolares que la CIA "Aportó" a la causa.

La lucha de clases es un proceso del capitalismo, su principal error, lo mejor es que este proceso sea democrático, será Laaargo pero tengo la esperanza de que culminará, y de tal forma que en un futuro esta lucha de clases practicamente desaparesca.

Anónimo dijo...

Miércoles 30 de noviembre de 2005

José Steinsleger

Bolivia: ¿invasión en marcha?
En la hipótesis de que el Che Guevara se hubiese equivocado en todo lo que hizo, hay algo en lo que acertó: vislumbrar a Bolivia como eje de la revolución sudamericana. La izquierda chiquita no lo tiene claro y los gobiernos progresistas de América prefieren no tenerlo claro. Pero Washington sí está claro: "Bolivia debe ser borrada del mapa" (Mark Falcoff, asesor del vicepresidente Dick Cheney).

Los negros de Haití y los pueblos antiguos del altiplano boliviano en el sur abrieron de par en par las puertas de la independencia americana. El espíritu de la "ilustración" y el republicanismo cartón pintado (el de la libertades sin negros y sin indios) los condenaron a la pobreza y la miseria sin fin, intentando sepultarlos. No pudieron. No pueden. Entonces los intervienen "democráticamente".

En 2004 Haití fue intervenida "democráticamente". En 2006, y en caso de que el "indio" Evo Morales ganase los comicios presidenciales el 18 diciembre próximo, Bolivia sería intervenida "democráticamente". Pero si los resultados le fuesen adversos, la "ingobernabilidad" del país andino llevaría a que igualmente sea intervenido.

"Desencanto con la democracia", "ingobernabilidad" son nuevos eufemismos que los tecnócratas usan para desacreditar a pueblos indomables con larga tradición en cosas de lucha y rebeldía. Uno de ellos, José Miguel Insulza, ex canciller de Chile y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), promovió la invasión armada a Bolivia. El 24 de junio de 2004, Insulza invocó el artículo 20 de la Carta Democrática de la OEA. Para evitar equívocos el señor dijo: "No hablo de 'intervención'‚ sino de 'incursión'".

Impulsado por Washington, el plan de invasión militar a Bolivia empezó a planificarse en noviembre de 2003. Semanas después una reunión de comandantes de Brasil, Argentina y Chile fue dando forma a la "fuerza internacional combinada" para ejecutar el plan con el respaldo de la ONU. En principio, y sólo en principio, Brasil y Argentina rechazaron el plan.

En la región occidental (altiplano) las tropas estarían compuestas por soldados chilenos disfrazados de cascos azules de la ONU, y algunos contingentes de militares argentinos y brasileños. En la región oriental (Santa Cruz), el movimiento "autonomista" de la provincia boliviana celebraría la "incursión" de los marines estadunidenses asentados en Paraguay.

En el altiplano chileno, lindante con el boliviano y ampliando su área de acción hasta las fronteras con Perú, el gobierno de Santiago viene reforzando con artillería pesada y tropas de elite los campamentos militares de Pisiga, Todos Santos, Tambo Quemado y Charaña. Hasta marzo de 2004, el ejército chileno contaba con más de 30 mil hombres en la zona.

En junio de 2005, con el pretexto de evaluar la situación en Haití, el jefe del comando sur del ejército estadunidense se reunió con los comandantes de Argentina, Brasil y Paraguay. Dos meses más tarde empezó a funcionar la base militar Mariscal Estigarribia en territorio paraguayo: 3 mil 800 metros de longitud (la necesaria para el aterrizaje de bombarderos) a tan sólo 200 kilómetros de la frontera con Bolivia.

Aliados principales de Estados Unidos en América del Sur, el militarismo y la oligarquía de Chile parecen estar dispuestos a jugar el rol histórico jugado en el pasado, cuando en la guerra del Pacífico despojaron a Bolivia de su litoral marítimo (1879) y en la de las Malvinas (1982) maniobraron a favor de Inglaterra.

Con más de 4 por ciento del PIB destinado a armamentos (cerca de 3 mil millones de dólares anuales), Chile es el país de América Latina que más dinero per cápita destina por habitante a gastos militares.

En 2002, las fuerzas armadas de Chile cerraron trato con la compañía Lockheed Martin de Estados Unidos para la compra de 10 bombarderos F-16 artillados con misiles Amraam, pagando más de 600 millones de dólares. En 2004, el gobierno "socialista" de Ricardo Lagos adquirió tres fragatas tipo Spruance, buques de guerra con capacidad de transportar misiles teledirigidos Tomahawk (que tienen un alcance de mil 800 kilómetros) y dos nuevos submarinos valuados en 450 millones de dólares.

Según el analista Wilson García, el armamentismo confirmaría la vieja sospecha de que Chile aspira a cumplir en la subregión el mismo papel de Israel en Medio Oriente. Los aviones F-16 son de origen estadunidense, pero llegaron con técnicos y asesores israelíes.

¿Quién sería el "enemigo"? Desde este burdo razonamiento -observa García- se habría identificado a los pueblos indígenas aymaras, quechuas y mapuches como "los musulmanes de Sudamérica". En el cono sur el "libre comercio" tiene, en efecto, socios muy "eficientes" y "pragmáticos".


Artìculo de el Diario La Jornada - Mexico del 2005!

Andres Pucci , y otros que opinan acà le hacen un flaco favor al paìs , parece que desde adentro y con la cabeza caliente por sentirse " blancos " y no indios se olvidan de investigar las cosas importantes, no se dejen manipular , informense amigos.