Leyendo en El Deber me encuentro con este muy interesante artículo escrito por Javier Paz García
La apuesta de Evo
El año de Gobierno que ya lleva Evo Morales nos ha dejado un saldo de violencia, confrontación y muerte. Huanuni, San Julián y Cochabamba tienen un costo altísimo para el país. Existe amplia evidencia escrita y televisiva de la actuación de masistas, desde su líder y su cúpula hasta sus bases, en hechos violentos, actos ilegales e inconstitucionales, discursos incitando a la violencia y aseveraciones completamente ajenas a la verdad. El intento del ‘rodillo’ en la Constituyente, la asignación por decreto de jueces de la Corte Suprema, la compra de senadores, la vulneración de la democracia, la emboscada de San Julián, la quema de la Prefectura de Cochabamba y las muertes allí acaecidas dejan evidencia suficiente como para garantizar –dada la existencia de jueces imparciales– un exitoso juicio de responsabilidades a toda la cúpula masista. Si el MAS perdiera el poder, todos sus líderes podrían ir a la cárcel, que es donde les corresponde estar. La primera sería la ex ministra Alicia Muñoz, pero pronto tendrían que seguirle todos los demás, incluido el mismo primer mandatario.
Evo Morales debe estar muy consciente de esto, sabe que ése puede ser su futuro si pierde el poder. Él, sin embargo, está apostando a que no lo va a perder. Es por eso que se atreve a violar la ley y la democracia, y no le molesta ser el responsable principal de la violencia y muerte en el país. La apuesta de Evo no es quedarse cuatro años más en el poder, sino 20 ó 40, o como Hitler y Fidel, hasta que la muerte lo separe. Con Evo eternizado en el poder no existe ninguna posibilidad de un juicio de responsabilidades contra él y sus seguidores, y por lo tanto es imposible materializar la amenaza de cárcel que pesa sobre él. Nos guste o no, Maquiavelo tenía razón cuando dijo que el fin justifica los medios. El costo de perder el poder es demasiado alto para Evo Morales y el MAS; por ello, cualquier medio les será válido para mantenerlo. Mandar hordas masistas a Cochabamba y luego, con un cinismo aterrorizante, culpar al prefecto de la quema de la Prefectura, es prueba de ello.
Nadie hace una apuesta pensando que la va a perder. Si Evo ha hecho lo que ha hecho, es porque cree que le va a ir bien, porque cree que su Gobierno no corre peligro y porque confía que será capaz de seguir los pasos de Fidel Castro y Hugo Chávez. Eso me asusta muchísimo. Si Evo gana su apuesta, yo como abierto opositor del Gobierno del MAS y crítico de Morales, y, además, como cruceño, no tendría espacio en Bolivia y probablemente me convendría irme a Colombia con Samartino para juntos ahogar las penas. Como van las cosas, parece que efectivamente Morales va a ganar su apuesta. Sin embargo, me atrevo a darle un sabio consejo: no está de más ser precavido; más vale prevenir que lamentar. Está bien que tenga confianza en su éxito, el optimismo siempre es bueno, pero le aconsejo que también se vaya preparando si es que pierde su apuesta. Vaya robando poco a poco fondos del Estado, si es que todavía no tiene cuentas en Suiza, créelas inmediatamente y vaya engrosándolas. Podría consultar con Goni o con Sánchez Berzaín para que le recomienden un buen agente de bienes raíces, aunque tal vez Estados Unidos no le dé visa, así que mejor cómprese una mansión en Caracas, pero lejos de Chávez, porque éste no estará contento de tener un vecino y sin Gobierno. A su cúpula masista cómprele casas en Bruselas, Ginebra y Oslo, para que usted pueda darse unas vacaciones veraniegas y, de paso, tramitar recursos ante las ONG y promover su candidatura al premio Nobel de la Paz. Seguro que se lo dan, Henry Kissinger y Yasser Arafat lo obtuvieron.
Sin otra particular me despido atentamente, deseando fervientemente que las cosas no le salgan como usted espera.
Son 23 muertos, son varias las violaciones de la ley, ya lo dije anteriormente, estamos viviendo en dictadura, amenazas, piden carne de identidad, te golpean, te persiguen si hablas en el programa de TV "Que no me pierda".... se veia venir, ya llegó, mientras tanto seguimos carnavaleando y olvidándonos de lo que es importante... Bolivia, no el collasuyo, Bolivia...